«Cuando Seguí Mi Corazón para Ayudar a Mi Hijo y Nuera, No Me Di Cuenta de que Estaba Caminando hacia una Trampa»
Recientemente, decidí desacelerar y enfocarme en mí misma. Mi hijo, Javier, ya tiene 31 años, y pensé que era hora de que comenzara a asumir responsabilidades. Poco sabía yo que mi decisión de ayudar llevaría a desafíos inesperados.