El día que cerré la puerta: una madre entre el amor y el límite
Hoy he hecho lo impensable: he echado a mi hijo, Sergio, y a su mujer, Lucía, de casa. Hace tres años les abrí mi puerta cuando todo se les vino abajo, pero la convivencia se ha convertido en una pesadilla que ha destrozado mi paz y mi familia. Ahora me pregunto si he sido una madre cruel o si, por fin, he hecho lo correcto para todos.