Demasiado Tarde para Volver: El Eco de las Palabras No Ditas
En medio de mi éxito profesional, la soledad me golpeó con fuerza cuando intenté reconectar con mi hermana Lucía, tras años de distanciamiento. El orgullo, los silencios y las heridas familiares nos separaron, y cuando finalmente busqué el perdón, descubrí que a veces el tiempo no espera a nadie. Mi historia es un grito ahogado sobre la importancia de no dejar para mañana lo que el corazón pide hoy.