Los ecos de las palabras no dichas
Mi marido me dejó cuando nuestro hijo, Alejandro, tenía apenas dos años. Desde entonces, he luchado por reconstruir nuestras vidas, enfrentando el juicio de mi propio hijo años después. Ahora, con el pasado llamando a la puerta, me pregunto si alguna vez podré liberarme de la culpa y encontrar la paz con Alejandro.