El Viejo Asador del Vecino y una Lección de Generosidad

El Viejo Asador del Vecino y una Lección de Generosidad

Siempre había deseado el viejo asador de mi vecino, Don Pedro, para unas cuantas parrilladas en el patio trasero. A pesar de mis insinuaciones, él se negó rotundamente, aferrándose a la idea de que «un centavo ahorrado es un centavo ganado». Sin embargo, un giro inesperado al día siguiente me llevó a reflexionar sobre el verdadero valor de la generosidad y las oportunidades perdidas.