Entre el Perdón y la Dignidad: Mi Camino Tras la Traición
Durante tres meses, mi madre y mi suegra no dejaron de insistir en que perdonara la infidelidad de mi marido. Entre llamadas, lágrimas y reproches, tuve que enfrentarme a mi propio dolor y a las expectativas familiares. Al final, descubrí que la verdadera unidad familiar solo puede surgir desde la honestidad y el respeto mutuo.