El último amor de Don Ernesto: Entre la fe, la familia y el tiempo perdido
A mis casi setenta años, cuando creí que la vida ya no tenía sorpresas para mí, conocí a Lucía y todo cambió. Entre la búsqueda de paz en la meditación, los recuerdos de mi esposa fallecida y los conflictos con mis hijos adultos, descubrí que el amor y la felicidad no son estados permanentes, sino instantes fugaces que hay que aprender a atesorar. Esta es la historia de cómo enfrenté el miedo a volver a amar y el dolor de perder, en un país donde la familia lo es todo.