El eco de la ausencia: Cuando las máquinas no abrazan

El eco de la ausencia: Cuando las máquinas no abrazan

En medio de la soledad de mi piso en Madrid, rodeado de dispositivos inteligentes, me di cuenta de que la tecnología no podía llenar el vacío que dejó la ausencia de mi familia. Mi obsesión por el control y la eficiencia me alejó de quienes más quería, hasta que una llamada inesperada me obligó a enfrentar mi propia fragilidad. Esta es la historia de cómo aprendí que ningún avance puede sustituir el calor de un abrazo sincero.