Amar después de los sesenta: la historia de Carmen
Me enamoré a los sesenta y dos años, cuando ya nadie esperaba sorpresas de mí, ni siquiera yo misma. Mi hijo me llamó «ingenua vieja» y toda mi vida se tambaleó entre el deseo de ser feliz y el miedo a perderlo todo. Esta es la historia de cómo el amor puede llegar cuando menos lo esperas y cómo enfrenté el juicio de mi propia familia.