¿Por qué nunca fui suficiente para mi suegra?
Desde el primer día, supe que nunca sería bienvenida en la familia de mi marido. Diez años de matrimonio, un hijo precioso y aún así, la sombra de mi suegra, Carmen, pesaba sobre cada decisión, cada sonrisa, cada silencio. Hoy, cuando la comparación llegó hasta mi hijo, supe que algo tenía que romperse.