Mi hija ya no es la misma: El precio de perder a una familia
Hoy, tras la llamada más fría de mi vida, me atrevo a contar cómo mi hija Lucía se ha alejado de nosotros desde que se casó con Sergio. Mi marido y yo no reconocemos a la joven alegre y cercana que criamos; ahora, apenas nos llama y ni siquiera vino al aniversario de su padre. Siento que la hemos perdido y me pregunto si algún día volverá a ser la hija que conocimos.