Entre el amor y el olvido: La vida de una abuela en Madrid
Siempre creí que ser abuela era un regalo, pero ahora siento que he perdido mi propia vida. Mi hija, Lucía, espera que esté siempre disponible para cuidar de mis nietos, y aunque los amo profundamente, empiezo a preguntarme dónde quedo yo en todo esto. ¿Es normal que ayudar se convierta en una obligación que me consume?