El eco de los gritos: huir de casa no apaga el dolor

El eco de los gritos: huir de casa no apaga el dolor

Huí de casa tras el instituto, incapaz de soportar la presión de mi madre para cuidar a mi hermano enfermo. Ahora, sus mensajes llenos de odio y reproches me persiguen allá donde voy, haciéndome cuestionar si alguna vez podré liberarme de su voz. ¿Es posible romper el ciclo de culpa y dolor familiar en una sociedad que espera que las hijas lo sacrifiquen todo?