Cuando el hogar ya no es hogar: La herida que dejó mi padre
A los 22 años, mientras estudiaba en la universidad, recibí una llamada que cambió mi vida: mi papá nos había abandonado. Su partida destrozó a mi mamá y me obligó a enfrentarme a una realidad llena de dolor, traición y preguntas sin respuesta. Años después, cuando intentó regresar, descubrí que el perdón no siempre es suficiente para sanar lo que se ha roto.