La traición de Lucía: cuando la sangre duele más que la herida
Nunca imaginé que abrirle la puerta de mi casa a mi prima Lucía sería el principio de mi mayor desengaño. Creí que ayudar a la familia era un deber sagrado, pero su traición me rompió el alma y me obligó a cuestionar todo lo que creía. Ahora, mientras recojo los pedazos de mi confianza, me pregunto si alguna vez podré volver a mirar a alguien de mi sangre sin sospecha.