El Espejo de la Cocina: Cuando la Vida Da la Vuelta
Una noche, frente al frigorífico abierto y la luz azulada iluminando mi rostro cansado, me di cuenta de que la vida me había puesto justo en el lugar donde nunca quise estar. Yo, Álvaro, que siempre juzgué a mi mujer por sus kilos de más, ahora era el que no podía abrocharse el pantalón. Mientras Lucía florecía en su nuevo trabajo y recuperaba la confianza, yo me hundía en mis inseguridades y en la soledad de mis propios prejuicios.