El último verano de Carmen: Renacer a los 59
A los 59 años, mi vida parecía estar escrita en piedra, hasta que conocí a Lucía. Enfrentando prejuicios familiares y mis propios miedos, me atreví a vivir un amor tardío que desafió todo lo que creía saber sobre la felicidad. Esta es la historia de cómo, en el ocaso de mi vida, aprendí a florecer de nuevo.