El Invitado Indeseado en la Mesa Familiar
Invitada a cenar en casa de mi hermano Javier, no podía prever el malestar que me esperaba. Un hombre de unos cincuenta años, amigo de mi hermano, se unió a nosotros. Sin molestarse en lavarse las manos, se sentó, y lo que siguió me dejó sin palabras.