La casa de los silencios: Cuando el amor se convierte en costumbre
Nunca pensé que la casa que construimos para nuestra hija se convertiría en el escenario de nuestro propio distanciamiento. Mi marido, Rubén, y yo fuimos compañeros de clase y, contra todo pronóstico, terminamos casándonos y formando una familia. Ahora, con dos hijos y una rutina que nos consume, me pregunto si alguna vez podremos recuperar aquello que nos unió.