Entre dos mundos: ¿Familia o simple conveniencia?
Desde la primera vez que escuché a mi tía Carmen decir que yo era «la hija de la otra», supe que mi lugar en la familia sería siempre incierto. Esta es la historia de cómo crecí sintiéndome una extraña en mi propia casa, luchando por encontrar mi voz entre expectativas y silencios incómodos. Hoy me pregunto si el lazo de sangre es suficiente para llamarnos familia, o si solo soy útil cuando conviene.