Cartas a un padre que no es de sangre
Desde el hospital, con mi madre llorando a mi lado, escribo una carta a quien me enseñó a amar sin pedir nada a cambio: mi padrastro, Manuel. Mi vida ha sido una lucha constante entre el abandono de mi padre biológico y el cariño silencioso de Manuel, que nunca buscó reconocimiento. Hoy, enfrentando la enfermedad de mi madre y los secretos familiares, me atrevo a contar mi verdad.