Herencia envenenada: el día que mi familia se rompió
Ayer, en el salón de mi suegra, presencié cómo la familia de mi marido se partía en dos. Mi suegra, Carmen, decidió dejar su piso a mi cuñado y no a mi marido, y sentí una rabia y una impotencia que no puedo describir. Ahora me pregunto si la justicia y el cariño realmente existen en las familias, o si todo se reduce a favoritismos y viejos rencores.