Nido vacío, corazón lleno: El otoño de nuestras vidas
Tras la marcha de nuestros hijos, la casa se llenó de un silencio ensordecedor. Mi marido y yo, después de décadas volcados en la familia, tuvimos que enfrentarnos a la soledad y al vértigo de no saber quiénes éramos sin ellos. Esta es mi historia de cómo aprendí a mirar a mi compañero con nuevos ojos y a encontrar alegría en los pequeños milagros del día a día.